Andrés Iniesta termina contrato en 2018. El jugador, que ha recuperado más protagonismo tras la salida de Xavi del Barça, es uno de los miembros de la plantilla que más ‘duros’ le cuesta al club.
Una realidad que ha desatado un ‘runrún’ en la entidad, en concreto en el departamento financiero que, tras la salida de Javier Faus, vicepresidente económico en la etapa de Sandro Rosell/Josep Maria Bartomeu, está descubriendo autorizaciones poco prudentes, entre ellas contratos que, hoy, se entienden fuera de las cifras de mercado y que ponen en riesgo el equilibrio salarial/financiero de la entidad tras ser el club deportivo del mundo que mejor paga sus jugadores con más de 400 millones de euros destinados a nóminas.