«Jugar contra un equipo con el que ya has jugado en una competición tiene su miga, y tiene sus problemas. Hay que procurar que los jugadores no se confíen si has ganado el primer partido». Esta reflexión, acuñada por Luis Aragonés durante la Eurocopa 2008, de grato recuerdo para España y en la que la Roja se enfrentó dos veces contra Rusia (ganando de forma aplastante en ambas, tanto en la primera fase como en semifinales), bien podría servir para la final de la Champions que el Real Madrid y el Atlético disputan este sábado en San Siro. Los dos equipos de Madrid juegan siempre más de una vez el uno contra el otro cada temporada. Normalmente dos, a veces cuatro y hasta han llegado a ser ocho en los últimos tiempos. Y tanto a favor como en contra de los colchoneros, que bien querrían hacer suyas las palabras de uno de los mitos rojiblancos como lo fue ‘Zapatones’, juega este síndrome.
Porque es cierto que el Atlético de Madrid perdió aquella final de infausto recuerdo en 2014, pero eso no significa que ahora el Madrid esté confiado y la historia vaya a ser necesariamente distinta. De hecho, como España demostró en 2008, puede repetirse. Y además, muchos futbolistas blancos tienen, a pesar de haber ganado aquella Champions, cuentas pendientes con el máximo rival de la ciudad por varios motivos. Algunos que se remontan a la final de hace dos temporadas.
Para empezar, hay tres jugadores que serán titulares y que en Lisboa no lo fueron: Pepe, Marcelo y Keylor Navas. El tercero de ellos porque todavía ni siquiera estaba en la plantilla.
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