La derrota en Lisboa fue especialmente dura para el Atlético de Madrid. Estar por delante en el marcador casi hasta el último segundo no le sirvió finalmente para nada. El agónico tanto del empate marcado por Sergio Ramos abrió al final el camino de una cruel derrota que entregó a su vez la décima al Real Madrid, su eterno rival. Ahora, dos años después, el
Cholo
Simeone confía en tomarse por fin la revancha.
«Sólo me dejará feliz ganar mañana, no hay otra circunstancia. Jugar una final es algo fantástico y ganarla, supremo», ha recalcado el entrenador del Atlético. Incluso, ya se ha hecho una idea de cómo será este partido contra el eterno rival.