El éxtasis del Real Madrid
duró hasta altas horas de la noche de este domingo, cuando miles de madridistas celebraron por todo lo alto la consecución de la Undécima tanto en las calles del centro de Madrid como en el Santiago Bernabéu, última parada de una ruta de contacto caluroso con la afición merengue y en las instituciones oficiales de la ciudad. La fiesta de los campeones tuvo como colofón el ya clásico espectáculo de luces y fuegos artificiales en el coliseo blanco, acompañado de palabras de agradecimiento de parte de toda la plantilla a los aficionados. Pero una vez conseguido el título europeo, al presidente y al club les toca volver al día a día de trabajo.
Un trabajo que tiene varios puntos importantes en lo que queda de este mes de mayo y en los siguientes del verano, pues no son pocos los temas candentes que ahora habrá que abordar. Pese al éxito de la Champions sería un grave error obviar los problemas por los que ha pasado el equipo y también la entidad a lo largo de una temporada que por momentos fue convulsa y llegó a provocar que una parte de la afición reclamase un cambio en el sillón presidencial. Y por eso, Florentino Pérez, que con buen criterio ya ha dotado de continuidad a Zinedine Zidane en el banquillo para la próxima temporada, quiere dejar bien atados todos esos puntos de fricción para darle más consistencia y tranquilidad al proyecto de futuro del Real Madrid con el francés al mando.
Para empezar, habrá que abordar el tema de los servicios médicos. La campaña ha vuelto a dejar un resultado sonrojante en el capítulo de lesiones musculares, y varios encontronazos entre la plantilla y el jefe de los galenos madridistas, el polémico doctor Jesús Olmo.