Grupo D: Vicente del Bosque y la duda en su kilómetro final

La selección española, actual campeona del mundo y de Europa, volverá a estar dirigida, por cuarto gran torneo consecutivo, por el paciente Vicente del Bosque, ya veterano en estas lides y que tendrá la difícil tarea de que se olvide la mala imagen del pasado Mundial en el que puede ser su última experiencia.

El salmantino, de 65 años, lleva en el cargo ya ocho años, una estabilidad que comenzó ayudada por la marea de éxitos iniciada por su predecesor en el cargo, el tristemente fallecido Luis Aragonés, pero que tras Brasil se tambaleó, con muchas voces críticas demandando un cambio.

Del Bosque, pese a todo, sin levantar la voz, decidió continuar al frente del banquillo nacional y comenzar la regeneración obligada para afrontar la siguiente parada que era esta Eurocopa de Francia y la defensa del título.

Todo hace indicar que será la última, pero los enigmáticos mensajes del veterano técnico, que sabe que se encuentra en el «último kilómetro» de su carrera como entrenador, y su continua predisposición a lo que decida la RFEF no acaban de zanjar el tema.

Avalado por la conquista del histórico Mundial de Sudáfrica y del histórico ‘triplete’ en la historia del fútbol con la victoria en Ucrania y Polonia, el extécnico del Real Madrid ha vuelto a vivir unos años donde en ocasiones lo extradeportivo fue otro quebradero de cabeza.

De todos modos, demostró una vez más su buena mano para gestionar este tipo de asuntos como ya hizo en 2011 tras el carrusel de ‘clásicos’ entre el FC Barcelona y el Real Madrid. En esta ocasión, casi todo se centró en un jugador, Gerard Piqué y su compromiso con el combinado nacional por sus declaraciones sobre el referendum en Cataluña.

El central fue pitado durante la fase de clasificación, pero Del Bosque siempre defendió al azulgrana y le mantuvo en el once titular. El catalán también habló sin tapujos de lo que es la rivalidad entre culés y merengues, con respuestas precisamente de su compañero de zaga, Sergio Ramos, lo que hace temer sobre el ambiente en el vestuario, aunque ambos han dejado claro que no influirá.

También tuvo que lidiar con las polémicas con Diego Costa, finalmente ausente de la lista de 23, y deberá decidir si realiza una transición tranquila en la portería donde no han cesado de preguntarle si jugará el capitán Iker Casillas o lo hará David de Gea. Asuntos que no han provocado que levanta en exceso la voz, a la espera de que sea el campo donde se decida todo.

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