El FC Barcelona ha tenido que transigir ante las pretensiones económicas de Denis Suárez, que no entraban en los cálculos de la planificación económica de la temporada. El anuncio de su regreso al Camp Nou pagando la cláusula de 3,5 millones al Villarreal, hubiera dejado a la directiva en una posición incómoda si la operación no llega a materializarse. Denis Suárez ha sabido jugar bien sus cartas y ha obtenido lo que pretendía: incorporarse a la clase media de la masa salarial de la plantilla.