Pedro Rodríguez ha tirado la piedra, pero no tiene intención de esconder la mano. Él ya ha advertido que volvería encantado al FC Barcelona y ahora espera a que sea el Barça quien recoja el guante y mueva ficha.
Y el mensaje de Pedro ha llegado al Camp Nou y ha sido estudiado y valorado con detenimiento. Y nadie lo ha considerado descabellado en la dirección deportiva. A fin de cuentas el Barça tiene un problema con su cuarto delantero desde el mismo momento en que Pedro se fue al Chelsea. El Barça ha buscado desesperadamente desde entonces a un futbolista de su perfil, pero no lo ha encontrado. Así que ¿qué mejor que recuperar al original en lugar de seguir buscando imitaciones?
Lo que Luis Enrique pide es un delantero rápido, trabajador, con espíritu de sacrificio y que sea capaz de trabajar por él y por alguno de sus compañeros de línea.