El centrocampista español Cesc Fábregas no aceptó el papel de favorito de la campeona de Europa en el duelo de octavos este lunes ante Italia, un equipo con una «táctica difícil de defender» y que obligará a buscar soluciones a España, en la que será la reedición de la última final continental.
«Ellos juegan con una táctica difícil de defender, por lo que ya nosotros a nivel defensivo tendremos que hacer algo diferente. A nivel ofensivo tenemos nuestras variantes, no se va a ir de nuestro estilo. Creo que esto es intocable por el momento», apuntó en la rueda de prensa previa al choque. El catalán, que compareció ante los medios junto con Alvaro Morata poco después de aterrizar en París, recordó las sensaciones que vivió con la victoria hace cuatro años en la final de la Eurocopa. «Las finales normalmente son increíbles, pero no las disfrutas. Son igualadas, te puedes ir a los penaltis, pero son partidos que suponen mucha presión», confesó. «Pero esa final fue cómoda y la disfrutamos desde el primer gol hasta el minuto 90. Fue una de esas cosas que se quedan en la mente de ese partido. Disfrutar de una final es lo más grande que le puede pasar a un jugador. Ni mucho menos nos planteamos que va a ser una cosa igual. Va a ser un partido disputado, complicado y difícil de ganar. Tendremos que hacerlo muy bien», añadió. Cesc no ‘picó’ con la intención de Antonio Conte, seleccionador italiano, de dar el papel de favorito a España. «No me lo creo. Tienen un buen equipo, él es un grandísimo entrenador por lo que he conocido. Estudia mucho al rival, y sabe como sorprender. Seguro que tendrán en su cabeza que nos van a ganar igual que nosotros. Habrá que trabajar en el campo y ojalá mañana seamos mejor», finalizó.
