Claudio Bravo queire al Barcelona. El portero chileno, y los suyos, son más que felices en una ciudad que lea ha acogido con los brazos abiertos. Pocos clubes cuentan con la grandeza/reconocimiento de un Barça en el que el cancerbero desearía colgar los guantes. ¿El problema? Doble.
Por un lado, la presión de un Ter Stegen que no levanta el pie. El alemán ha generado un clima de tensión en la caseta con sus exigencias de titularidad difícil de sobrellevar. El desgaste de Claudio con el tema va en aumento. Superada la treintena, ganador por partida doble de la Copa América con Chile siendo uno de los puntales de la ‘roja’, con Liga, Copa, Champions y demás en su haber, Bravo está cansado de un debate que agota.