El defensa argentino Nico Pareja tenía claro que «en ningún momento» pensó en «ir a buscar minutos a otro equipo» y abandonar el Sevilla, pese a la grave lesión de rodilla que le dejó casi un año sin jugar un partido oficial.
«Para mí también era una incógnita cómo volvería. Estaba entrenando bien, me sentía muy bien, pero competir no es lo mismo. Y me sentí muy cómodo, casi como antes, después de tanto tiempo sin jugar. Así que en ningún momento se me pasó por la cabeza ir a buscar minutos a otro equipo. Si el Sevilla cuenta conmigo, yo voy a estar acá», señala Pareja en el periódico ‘SFC Periódico’. El defensa, lesionado en el tramo decisivo de la campaña 2014-2015, disputó la pasada campaña «apenas» cien minutos. «Esperaba estaba listo antes, pero el míster no encontraba el partido para darme minutos. Se jugaban cosas importantes y no sabía muy bien cómo iba a volver, pero tras el partido frente al Espanyol, se dio cuenta de que estaba bien. Jugué ante el Granada y pude estar en el banquillo en las finales de Europa League y Copa», celebra. Para el sudamericano, su lesión de rodilla fue «un poco más dura porque se complicó y fue algo más largo de lo que se pensaba», confesando lo importante que resultó el apoyo de su familia. «Son momentos duros, más que nada cuando hay incertidumbre, y hay que estar muy fuerte psicológicamente porque mentalmente es donde más daño hace», recuerda. «Los compañeros y el club trataron de no olvidarse de mí, a pesar de haber estado prácticamente ocho meses sin ellos. Me han hecho sentir muy bien y han tratado de hacerme olvidar los malos momentos con el día a día, compartiendo cosas con ellos. Son muy importantes para mí», añade. Pareja se ve bien «en lo físico», pero recalca que «es imposible estar igual» que antes de su lesión tras más de un año sin jugar. «Necesito partidos para volver a estar como antes», indica, «muy ilusionado, muy contento y con muchas ganas» de empezar una nueva temporada. En este sentido, «para nada», cree que esté en desigualdad respecto a sus compañeros tras la marcha de Unai Emery y la llegada de su compatriota Jorge Sampaoli, «un técnico reconocido, con carácter argentino». «Unai marcó una época, para mí muy importante porque particularmente fue uno de los que creyó en mí para traerme acá, y le tenemos que estar muy agradecidos por todo lo que hizo, Pero hay que meterse ya en la cabeza el tratar de ayudar ya al nuevo míster para que pueda desarrollar todas las ideas y todo el fútbol que quiere hacer desde ya, y podamos seguir por las senda de los éxitos», sentencia.
