Turno para Javier. Tras meses mordiéndose la lengua, el argentino tomó el turno de palabra. Mascherano tuvo que meter miedo en los despachos del Barcelona con una oferta de la Juentus para que el club se lo tomara en serio. Tras meses buscando un central de ‘campanillas’ para remplazarlo en el puesto, Robert Fernández, director deportivo azulgrana, asumió que los jugadores en el mercado mejores que ‘Masche’ no se pueden pagar. ¿Consecuencia? Frenazo a la marcha cantada del jugador.
La salida del central al Calcio ha pasado de ser una alegraía a un problema. Al cub azulgrana le cuadraban las cuentas: salía Javier y llegada un Marquinhos, Laporte o similar. Con un crack para el puesto, el lugar de Mascherano era el banquillo. Demasiada ficha para un suplente.