James Rodríguez es el principal elemento perturbador de la ‘paz’ dentro de un Real Madrid en el que pocas cosas son noticiables en estos días. Muchos rumores sobre fichajes y casi nula actividad, con la creciente sensación de que se podría pasar el verano sin contrataciones de renombre, algo de lo que ya hablamos esta misma semana en DB. Pero en el capítulo de salidas sí hay algo más de movimientos. La posible marcha de Nacho a la Roma, los trastornos que causaría este hecho a la defensa y a Zidane, el futuro de hombres como Jesé o Asensio… pero sobre todo, la continuidad de James Rodríguez.
El colombiano sigue siendo la principal incógnita de futuro en la entidad merengue. Y es que dentro del club no se ponen de acuerdo sobre qué postura adoptar con un futbolista que transformó toda la ilusión que había depositada en él el pasado año en decepción y tristeza. Irregularidad futbolística, poca implicación y participación en el equipo y algunos sucesos extradeportivos preocupantes, como el que le llevó a entrar a toda velocidad el Valdebebas el pasado día 1 de enero de 2016 perseguido por la policía debido a sus excesos de velocidad.
Precisamente, James es noticia este viernes por no haberse presentado al juicio en el que debía comparecer por este suceso. Un gesto que vuelve a evidenciar su falta de cabeza para estas cosas, y que da argumentos en la zona noble del Bernabéu a aquellos que piensan que su potencial de Balón de Oro ha quedado enterrado para los restos debido a su falta de profesionalidad y a que su estrellato en el Madrid se le ha subido a la cabeza.
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