El enfrentamiento entre José Mourinho y Pep Guardiola, forjado a ira y fuego cuando dirigían los destinos del Real Madrid y el Barcelona, respectivamente, está muy lejos de vivir su último capítulo. Por mucho que ante las cámaras ambos traten de guardar las apariencias y aseguren que no tendrán ningún problema en estrechar sus manos en cuanto vuelvan a enfrentarse cara a cara en un terreno de juego, lo que ocurre entre bastidores es muy distinto. La guerra, brutal lejos de los focos, está más abierta que nunca.
Ahora, los dos técnicos han decidido poner sus ojos sobre un jugador del Calcio.