Mientras el técnico campeón de la Premier, Claudio Ranieri, no duda en prometer a los jugadores del Leicester City, pizza y cerveza para celebrar las victorias, Pep Guardiola obliga a sus jugadores a una dieta espartana.
El técnico catalán en esta lucha contra los ‘pesos pesados’ de la plantilla, ha impuesto una serie de bases alimenticias que incluyen la prohibición de cualquier tipo de comida basura como zumos y por supuesto pizzas.
Y el primer señalado ha sido el centrocampista francés Samir Nasri, al superar el límite de peso marcado por Guardiola y que como consecuencia ha sido apartado de los entrenamientos del equipo en China hasta que pierda varios kilos.