La vida no termina en Pogba. La frase se repite estos días en la expedición de un Real Madrid que tiene un ojo puesto en la actual plantilla y otro en el mercado. Pogba se aleja pero Sissoko se acerca.
El francés es el elegido por Zidane para hacer olvidar a Pogba de la psique del madridismo. Un fichaje que gusta en las alturas, al cuerpo técnico y, muy especialmente, a la plantilla.
En el vestuario blanco la llegada del crack de la Juventus levantaba ampollas. Los aires de divo de Pogba colisionaban frontalmente con el ego de futbolistas como Cristiano Ronaldo a quien sentaron peor que mal las advertencias del francés en las que reclamaba el número uno del equipo y un sueldo que lo acercaba peligrosamente al estatus de CR7.