Los nervios de Gerónimo Rulli sobre su futuro han acabado por jugarle una mala pasada sobre el terreno de juego. El portero argentino no tuvo precisamente un debut afortunado en el torneo de fútbol de los Juegos Olímpicos de Río. Un fallo en un balón aparentemente fácil acabó por sentenciar la derrota de la albiceleste ante Portugal por 2-0.
Tal vez, la explicación a ese error tan extraño en un portero de sus características puede encontrarse en la falta de concreción de su futuro deportivo.