Todavía quedan bastantes meses para la entrega del próximo Balón de Oro, pero es una cita que Cristiano Ronaldo ya tendrá seguramente grabada a fuego en su cabeza. No es para menos. La de 2016 será una Gala muy especial para él, distinta a cualquier otra. Primero, porque llegará como máximo favorito para ganar su cuarto galardón; pero sobre todo, porque entre los argumentos para ello figura uno muy especial: la conquista de la Eurocopa, título a nivel de Selecciones que siempre es decisivo y que el país luso ha ganado por primera vez en su historia.
Habrá quien diga que todavía queda muchísimo tiempo, y que muchas cosas pueden pasar de aquí a enero a la hora de asegurar si CR7 será o no el más votado por los distintos capitanes, periodistas y seleccionadores con derecho a voto. Pero ser doblemente campeón de Europa (ganó la Champions con el Real Madrid dos semanas antes del inicio de la Euro) supone un motivo enormemente difícil de contrarrestar por el resto de candidatos, incluido Messi. Todo apunta a que el argentino, que perdió su segunda final consecutiva de la Copa América en dos años con su país, tendrá que ver cómo de nuevo Cristiano se queda a un solo Balón de Oro de distancia de él en el palmarés.