No. El Barcelona se está convirtiendo en un verdadero especialista en la colección de calabazas. El club azulgrana apura los últimos días de mercado con mucho trabajo por hacer. La salida de Claudio Bravo harto de que desde las alturas se prioricen los intereses de la entidad a lo deportivo, ha agitado la agenda culé con un imprescindible anotado en rojo: el fichaje de un delantero.
Luis Enrique tensa la cuerda. Pasan las semanas y las primeras opciones vuelan. Nolito, Gameiro, Vietto… La lista es larga y casi interminable.
Y el último en sumarse a ella es Paco Alcácer.
El Valencia ha dicho no a otro sueño imposible del Barcelona: levantarle al equipo ché a uno de sus grandes baluartes por poco y menos.