La guerra fría se calienta. La llegada del manido cuarto delantero ha desatado una batalla interna de presiones que tiene su epicentro en el vestuario azulgrana. Los dos grandes capos del vestuario, Messi y Neymar, pujan por meter a uno de los suyos en la caseta y reforzar así sus posiciones en el grupo.
El entorno del ‘11’ del Barça lleva semanas mandando avisos al club que aseguran una mayor felicidad de ‘Ney’ si el elegido para el puesto de ataque es un brasileño. Las salida de Dani Alves y Adriano han dejado al crack de Brasil con un único amigo íntimo en el grupo, Douglas.
Neymar pierde galones, mientras Messi aglutina apoyos. El argentino, uña y carne con Suárez, gana mayor peso en la caseta tras una renovación, la de ‘Ney’, que ha levantado ampollas en la plantilla. En el grupo no se discuten las cifras, pero sí las formas del clan brasileño.