Luis Enrique ha decidido pedirle un favor a su amigo Abelardo. El entrenador del Barcelona quiere que el técnico del Sporting le haga un hueco en su plantilla a uno de los jugadores que no entra ni por asomo en sus planes: el brasileño Douglas. El asturiano no quiere saber nada del lateral, a quien no piensa concederle minutos de juego, y cree que el conjunto gijonés podría hacerse con una cesión que, en principio, no debería suponerle perjuicio económico alguno aunque, eso sí, debería asegurarle al defensa un cierto número de encuentros.