El técnico del Valencia, Pako Ayestarán, no puede tirarse de los pelos por razones obvias, pero a buen seguro de que lo haría ante el panorama que se le aparece. Los jugadores que no quiere siguen en la plantilla, mientras que sus piezas fundamentales se van.
El delantero Alcácer tiene ya casi puesta la camiseta del Barça y el más terrible de los varapalos para el equipo está a punto de confirmarse con la marcha del central alemán Mustafi al Arsenal.
Los ingleses ofrecen 40 millones de euros por el defensa. Una cifra que ya empieza a gustar a Peter Lim, teniendo en cuenta que la cláusula de rescisión de Mustafi es de 50 ‘kilos’.