Crisis. Los dos pinchazos en los dos primeros partidos de Liga han montado el lío en el vestuario del Atlético de Madrid. Nada acostumbrados a este tipo de baches, especialmente en las últimas temporadas y de forma tan tempranera, los jugadores colchoneros son los primeros que se han dado cuenta de que este año la cosa pinta distinta. El nivel no es el mismo y las grandes expectativas parecen haberse puesto en cuarentena. Griezmann fue la voz del nerviosismo de los pesos pesados del vestuario con una frase lapidaria tras el 0-0 en Butarque: «Si seguimos así, pelearemos por no descender».
Y es que Griezmann, como muchas otras estrellas del equipo, se ha quedado en el Atlético para pelar por todo con Barça y Madrid. La derrota en Milán parece escocer muchísimo todavía a un club que no ha asimilado el golpe y al que le va a costar autoconvencerse de nuevo de que puede pelear por todo con los grandes.