Hasta última hora del pasado 31 de agosto, el Celta de Vigo trató de atar a un último jugador para reforzar su plantilla: un mediapunta, que finalmente no llegó al equipo celeste. El último de los pretendidos era Aleksandr
Katai, del Estrella Roja de Belgrado, futbolista que finalmente ha recalado en el Deportivo Alavés. Y la polémica ha estallado al acusar el director deportivo
del equipo balcánico,
Zvazdan Terzic, al Celta de chantajear al club serbio antes de retirarse de la puja.
«Esperábamos mayores ganancias por Katai. Había llegado a un acuerdo con el Lokomotiv y el Besiktas por tres millones de euros más el 20% de una futura venta, pero él no quería ir a Rusia o Turquía, solo quería ir a España, al Celta, y estos comenzaron a chantajearnos. Al final, rompieron las negociaciones, quisimos firmar un contrato nuevo, pero se fue al Alavés, perdonando 350 mil euros, quedándonos con unos dos millones», explicó el dirigente.