Messi va a piñón fijo. El argentino abrió la puerta grande en su vuelta a la albiceleste. Un triunfo marca de la casa ante Uruguay con aviso a navegantes: Leo nunca se fue.
Partidazo del crack y deberes para el Barcelona. Desde el club azulgrana empiezan a sondear la continuidad del ‘10’ con temor. Los Messi llevan meses mordiéndose la lengua tras asistir en primer fila al festival Neymar. Los privilegios del brasileño en Can Barça se han multiplicado hasta el punto de poner en duda algunas jerarquías en el equipo/club.
La estrella de las estrellas no duda: quiere retirarse en el fútbol de élite vestido de azulgrana. Pero las condiciones son de aúpa.
A saber. Las exigencias de los Messi al Barça son claras. Y algunas se han puesto en marcha este mismo curso.
Protección institucional ante la marabunta de ataques contra la persona del argentino; un proyecto ganador en el que el Barça ha trabajado este verano invirtiendo más de 120 millones –la llegada de jugadores clave para posiciones clave tras un año sin fondo de armario y con futbolistas (Munir, Sandro, Douglas…) muy por debajo del nivel Barça-; mantener su estatus de primera estrella en
Barcelona amenazado tras la renovación de Neymar al que avisa: el número uno no se discute.
Leer noticia completa en Don Balón
