La mayoría de medios deportivos coinciden en señalar el Real Madrid – Osasuna de este fin de semana como uno de los partidos más atractivos de la jornada de Liga, sobre todo debido a que Zinedine Zidane empieza a poder contar con prácticamente todos sus efectivos de la plantilla a excepción de Keylor Navas o Isco, lo que significa que empieza el ‘circo’ de las rotaciones… o el inicio de la vieja historia de siempre: las estrellas juegan, y los demás observan desde el banquillo.
Si es así, empezarán los debates y las polémicas. Si no lo es y Zizou sigue metiendo distintos futbolistas en cada encuentro y haciendo jugar a todos, las discusiones se centrarán en analizar cómo se toman cada uno de los jugadores el hecho de no ser indiscutibles y tener que dejarse minutos en el banco para hacer que otros compañeros jueguen. Pero, además de todo esto, Osasuna representa otra cosa para el Madrid este sábado: el comienzo de un auténtico maratón de partidos del que podremos extraer una primera conclusión importante sobre cómo afronta la temporada el conjunto blanco.
Son siete partidos en 23 días, con la particularidad de que el próximo 21 de septiembre se disputa un Barça – Atlético
que puede darle a los blancos el primer liderato de la Liga si no fallan.