Contábamos esta misma mañana en DB que, según algunos medios como El Confidencial, pese a que Simeone aseguró este miércoles durante la presentación de su libro en el Vicente Calderón que «espera estar» para la mudanza del club del estadio a la Peineta la próxima temporada, el acontecimiento que marcará esta última campaña rojiblanca a orillas del Manzanares después de cincuenta años, existen diferencias constatables y crecientes con la cúpula directiva y el consejero delegado del Atlético de Madrid, Miguel Ángel Gil Marín. Diferencias que ya han amenazado con poner punto y final a su etapa como técnico colchonero, las últimas este mismo verano tras el enorme varapalo que supuso volver a perder la final de la Champions ante el Real Madrid.
A muchos aficionados del Atlético que dudaban sobre si esta podía ser su última campaña como entrenador del Atlético de Madrid les habrán aliviado las palabras del Cholo, ya que el temor sobre su marcha se extendía (y se extiende) incluso hasta el final de esta misma temporada, en la que por cierto las cosas no han empezado nada bien para el equipo con dos empates ante dos recién ascendidos que obligan a remar a contracorriente desde el principio. No son pocos los hinchas que detectan una especie de hastío por parte del equipo (cuerpo técnico y jugadores), un ‘hasta aquí hemos llegado’ en forma de vuelta a la realidad, que no es otra que estar un peldaño por debajo de los dos grandes, algo que es totalmente contrario a lo que sigue predicando el argentino. Por eso, escuchar que habrá Simeone al menos hasta 2018 calma las cosas en un momento de muchas dudas, quizá el mayor desde que Simeone tomó las riendas del club.
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