Florentino Pérez es un hombre de ideas fijas. El presidente del Madrid maneja una bomba entre las manos desde el pasado mes de junio que debería estallar el próximo mayo.
El máximo mandatario del Real ha encargado a Zidane una empresa mayor: el triplete. Un bombazo sonado que haría estallar de alegría al madridismo y dejaría tocado de muerte a los principales rivales del equipo blanco.
En la historia del Madrid no se conoce una temporadas con Liga, Copa y Champions. Y Pérez tiene marcado en rojo el presente curso para terminar con el maleficio. El equipo, cuentan desde dentro, prioriza la Liga, pero Florentino pide el más difícil todavía: llevarse los tres grandes trofeos en juego.
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