Los nuevos fichajes del Barça le están poniendo las cosas realmente complicadas a Luis Enrique. El buen rendimiento de todos los recién llegados hace que el técnico asturiano se vea obligado a sacrificar a alguno de los pesos pesados en los últimos años.
El caso más claro está en la rivalidad Umtiti-Mascherano. El francés mejora su rendimiento en cada partido que juega, y ya es un fijo en la zaga defensiva.