La derrota contra el Liverpool (1-2) en casa ha irritado, y mucho, al dueño del Chelsea, Roman Abramovich, a quien no le gusto la actitud de los jugadores. Situación que ha motivado una reunión de urgencia con el técnico Antonio Conte.
El magnate estaba furioso después del partido y según una fuente cercana a Abramovich, éste habría comentado que “no estaba nada contento con el rendimiento ni de los jugadores ni del entrenador”.
Conte ya empieza a notar la presión y las exigencias de dirigir a un Chelsea que se encuentra a cinco puntos del líder Manchester City, tras cinco jornadas.
Abramovich no acabó de entender el planteamiento del italiano contra los ‘reds’, ya que pese a ir perdiendo desde el minuto 36 espero hasta el 84 para hacer cambios y que, además, no hiciese salir al delantero Batshuayi, que ha costado más de 33 millones de euros este verano.