La relación entre el técnico Antonio Conte y su centrocampista Cesc Fàbregas nació torcida y sigue siendo un foco de conflictos entre ambos, pese a que el catalán se convierta en el salvador del equipo como sucedió en el partido de la Copa de la Liga entre el Leicester y el Chelsea.
Los de Conte perdían 2-0, pero acabó remontando el encuentro, gracias a la aportación de Cesc, al anotar dos tantos en la prórroga que sellaban el pase de su equipo a la cuarta ronda de la competición (2-4).
Y Cesc apareció tras el partido con ganas de reivindicarse. “Espero que esto haga callar a unos cuantos periodistas, diarios o cualquiera que ha hablado basura todo el tiempo y centrarnos en lo importante”, dijo para añadir que “me estoy centrando en jugar bien y cuando tenga la oportunidad demostraré lo que puedo hacer porque sé que puedo hacer mucho por este equipo”.