Los caprichos de la FIFA han dejado a
Gyeolhee Jang tres años alejado de su gran pasión: jugar a fútbol. El pecado de Jang ha sido fichar por el FC Barcelona. Si hubiera sido jugador del Real Madrid o del Atlético habría podido seguir jugando sin problemas a pesar de la sanción impuesta a los clubs por la FIFA. La cuestión es que la FIFA prohibió la práctica activa del fútbol a una serie de futbolistas de la cantera del FC Barcelona, entre los que se encontraba Jang, que ha tenido que pagar la penitencia y que al fin ha podido volver a jugar después de tres años de castigo.
La
FIFA pretendió castigar al FC Barcelona, pero la peor parte no se la ha llevado el club sino chavales como Jang, que han visto frenadas sus carreras por un asunto burocrático que les ha impedido progresar.
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