La celebración de su 21 aniversario se le fue de las manos al jugador del Aston Villa, Jack Grealish. ‘Resacón en Las Vegas’ se quedaría corto para el extremo de los ‘villanos’, que para celebrar su cumpleaños reservó varias habitaciones en un hotel de Birmingham el sábado por la noche para sus amigos, llegando a estar en una de ellas al menos doce personas (dos de ellas mujeres). El alboroto que armaron fue tal que, tras las quejas del resto de huéspedes, la gerencia del hotel tuvo que tomar parte y expulsarles, además de compensar a sus otros clientes por las molestias ocasionadas.
‘The Guardian’ detalla que tanto el jugador como sus amigos se negaron a irse en un primer momento, pero finalmente accedieron a abandonar el hotel mientras algunos huéspedes acudían a desayunar.