Una vez consumado el objetivo de Luis Enrique con los fichajes de este verano, que no era otro que rejuvenecer la plantilla, elevar el nivel de la clase media y mejorar el fondo de armario con jugadores que, a día de hoy, ninguno tiene nivel de titular en el Barcelona, la secretaría técnica del club se apresta a preparar el próximo mercado de verano al término de la presente temporada. El Barcelona acudirá entonces al mercado con una filosofía muy diferente a la que ha mostrado esta temporada. Con el grueso del trabajo hecho, con la defensa equilibrada (aunque falte un lateral derecho todavía), un centro del campo sobrado de efectivos y un ataque en el que el tridente queda reforzado con Alcácer, Arda Turan y Rafinha, el FC Barcelona saldrá al mercado el próximo verano con la intención de fortalecer su plantilla con la adquisición de un crack, un único crack.
Y todos los tiros apuntan en la misma dirección: Paulo Dybala. El Barça concentrará todos sus recursos para hacer frente a una operación que no será barata, pero que contará con la colaboración de la Juventus, un club vendedor, y del jugador, que va loco por vestir de azulgrana y convertirse en compañero de Messi.