Sin prisa, pero sin pausa. El Barcelona trabaja en el presente sin perder de vista el futuro. Robert Fernández, director deportivo de la entidad, se gastó un morterada del ‘socio’ este verano en fichar banquillo para un Barça que sigue evidenciando problemas en el once: los que han llegado no son tan buenos como los que están. Y los que están se acercan peligrosamente o superan la treintena.
El ‘plan renove’ azulgrana necesita de primeras espadas. Nombres de campanillas con rendimiento inmediato solo poner un pie en el Camp Nou. ¿El problema? La caja no está para figuras.
Por todo, desde la alturas sigue empeñados en fichar ‘clase media’: futbolistas correctos que no marcan las diferencias.