El central de Camas no disfruta de un inicio de temporada plácido. A la lesión en el último partido de la selección contra Albania y que le obligará a estar de baja unas seis semanas, se le ha sumado las duras críticas por su juego.
Se abre un período de reflexión para Sergio Ramos, que no dudó en responder a sus detractores, cuando arreciaban las diatribas por su nivel. «Que aprovechen ahora los que me quieren rajar, en breve estarán callados», dijo.
Pero el defensa intuye que detrás de estas crecientes críticas hay una mano negra y que esta persecución se debería a la complicada renovación que abordó en 2015 con el amago de Ramos de fichar por el Manchester United y de pedir una mayor jerarquía en el equipo y en el vestuario.