La esperanza por ver a un mejor Valencia respecto al que ha dominado en el último año y medio es la gran sensación que guardan los aficionados ches este lunes después de ver cómo en el estreno de Césare Prandelli en el banquillo, el equipo che lograba una balsámica victoria en el Molinón ante el Sporting de Gijón. Encuentro en el que se pudo ver un atisbo del plan que el transalpino pretende llevar a cabo en el equipo: convertirle, precisamente, en un bloque compacto en el que domine el compañerismo.
Mario Suárez fue el gran protagonista con dos goles, pero para el choque, Prandelli confió en Santi Mina y Rodrigo en ataque, relegando a Munir al banquillo. Y no solo eso. El ex ariete del Barça vio todo el choque desde el banco de suplentes y no llegó a saltar al terreno de juego. Ahora mismo parece estar lejos de ser titular y casi hasta de tener minutos de relevancia dentro del Valencia. Y eso que llegó con la vitola de delantero estrella a última hora en el mercado de verano.
El Valencia peleó hasta el extremo por la cesión del canterano azulgrana, pero a día de hoy Munir es, por minutos jugados, la última opción del equipo en ataque.
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