Cristiano Ronaldo es un espectador de lujo. El luso, criticado en infinidad de ocasiones por sus desplantes, contestaciones, reacción, actitud, se muerde la lengua.
En Manchester, Leo Messi protagonizó el detalle feo de la jornada: una trifulca en el túnel de vestuario ‘citizen’ con amenaza al contrario: “Bobo, bobo, ven aquí”. La enganchada fue a más.
El ‘10’ quiso ir hasta la puerta del vestuario del City y tuvo que ser frenado por el delegado del Barcelona, Carles Naval, y el propio Agüero que lo calmó.
“Nada, no hubo nada. No escuché bien. Vi que Leo dijo algo, pero él no me dijo nada y después hablamos de otros cosas”.
Quitó hierro el Kun al ser preguntado por el altercado.