LaLiga ha remitido un comunicado de denuncia al Comité de Competición Profesional de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y a la Comisión Antiviolencia en el que ha recogido hasta ocho comportamientos sancionables del partido que enfrentó al Deportivo Alavés y al Real Madrid el pasado sábado 29 de octubre en Mendizorroza.
En dicho encuentro, la organización señaló de manera directa al grupo ‘Iraultza 1921’ en relación a diferentes cánticos ofensivos proferidos alrededor de los 90 minutos de encuentro, destacando también que en ninguna ocasión fue secundado por el resto de asistentes al estadio. Dicha agrupación, según relata la propia institución denunciante, cuenta con un sistema de megafonía fijo y un tambor, permitidos por el propio club albiazul. El escrito recogió gritos como «que sí, que sí, que puta Real Madrid, que puta Real Madrid», «españoles, hijos de puta», «puta Real Madrid, puta Real Madrid» o «madridistas hijos de puta», en diferentes minutos ‘calientes’ del duelo con acciones que levantaron la polémica. Además, LaLiga apuntó la existencia de un aficionado que mostró sus genitales desde el graderío en el momento del primer penalti sancionado a favor del conjunto madridista, junto con otro que decidió enseñar su trasero en el momento de la celebración. Por último, la institución hizo referencia a una agresión hacia un aficionado visitante por parte de uno local en el minuto 87, instante en el que se produjo el tanto del 1-4 definitivo para los blancos en la décima jornada de LaLiga Santander. Todos estos actos aparecen tanto en el Código de Disciplina Deportiva como en la legislación contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte como comportamientos prohibidos, por lo que LaLiga instó a que el Comité de la Competición Profesional tomara cartas en el asunto, además de recordar sus recomendaciones para evitar futuros incidentes.