Parecía una situación irreconciliable por el duro cruce de manifestaciones por ambas partes, pero al final ha habido capitulación por parte del representante de Touré Yaya, Dimitri Seluk.
La guerra entre Seluk y el técnico del Manchester City, Pep Guardiola, tenía un rehén, el centrocampista de Costa de Marfil. Guardiola ya había asegurado que hasta que el agente no le pidiese perdón, Touré no volvería a jugar y al final, el jugador costamarfileño, se ha visto obligado a pedir a su representante que se disculpe.
“Se ha visto atrapado en el fuego cruzado entre Pep y yo”, ha dicho Seluk, quien añadió que “no creo que Pep me ame nunca, pero lo más importante es que tratemos de perdonarnos por lo que ha sucedió y empezar una nueva relación.