Ni trampa, ni cartón. Cristiano Ronaldo firmó con el Madrid un matrimonio de interesado que debería jubilar a CR7 de blanco. En la práctica, ni Ronaldo, ni Florentino Pérez ni el más tonto del Madrid, traga con el cuento.
Las informaciones internas avisan de una venta apalabrada antes de la finalización del acuerdo que pague la última fiesta del portugués en el Bernabéu. Una operación muy bien vista en un Madrid con auténtico pánico a cargar con un futbolista en caída libre.