Ya la pasada temporada se pudo comprobar que el Swansea City era un equipo que vivía convulsionado por el sufrimiento de unos resultados que hacían salir y entrar a los técnicos de su vestuario.
Esta edición de la Premier League la inició con el último inquilino del banquillo 2015-16, el italiano Francesco Guidolin, que fue quien certificó la permanencia del equipo en la máxima categoría del fútbol inglés.
Sin embargo, los resultados adversos de las primeras jornadas llevaron a los dirigentes a prescindir de él y colocar, el pasado mes de octubre, al prestigioso Bob Bradley, exseleccionador de EE.UU., al frente del equipo.
Sin experiencia en Inglaterra, el estadounidense no está rectificando el rumbo del Swansea, que con él en la dirección aún no ganó ni un partido.
Sin embargo, lo que necesita el equipo es que aparezcan esas individualidades que ya tenía, y las que ha fichado, para marcar las diferencias.EN
EL OJO DEL HURACÁN
Fernando Llorente.- Qué lejos están sus éxitos en el Athletic Club, e incluso algún partido notable con la selección española. Para Fernando Llorente, salir de Bilbao le ha significado entrar en una cuesta abajo en su carrera que parece no tener fin… y eso es inadmisible en un profesional de 31 años que ha demostrado tener madera de buen futbolista.
Llorente está defraudando en el Swansea y es la diana de todas las críticas. No se adapta al estilo de juego y parece un náufrago que juega en solitario rodeado por rivales.
El ariete está perdido, pero debe encontrarse porque el Swansea necesita sus goles, y para eso apostó por él y gastó 6 millones de euros sin atender a su pasado más reciente, en el que figuraban dos fracasos consecutivos, en la Juventus y en el Sevilla.
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