Barça y Real Madrid copan siempre las convocatorias de la selección española, sin embargo, el nuevo seleccionador Julen Lopetegui parece haber encontrado el secreto de su éxito en darle la manija del equipo a un jugador fuera de la órbita de ambos equipos y que pese a ello es respetado por todos.
El jugador en cuestión es David Silva.
El mediapunta canario está siendo el gran beneficiado del cambio del seleccionador (y de la lesión de Andrés Iniesta) y se está echando el equipo a la espalda.