Sorpresas. Zidane cuenta con un as en la manga para medirse al Atlético. Un miura que llega empujando con una fuerza única.
El técnico del Real tiene a lo bueno y lo mejor del equipo en la enfermería o saliendo de ella. Una realidad que ha lastrado las opciones del grupo hasta el extremo.
Pero también, un acicate más para pedir un esfuerzo mayor a los suyos. Y entre ellos, uno pide paso.
Sergio Ramos lleva semana sudando para no sólo estar en el derbi del Calderón, sino para ser protagonista. El central regresa por la puerta grande, dispuesto a recuperar el mando de la última línea y terminar con la sangría de goles en contra en este arranque de curso.
El capitán del Madrid tiene el encuentro marcado en rojo, tanto que hasta el propio Zidane pide calma a un futbolista que regresa de una lesión seria.