Mientras clubes como Valencia o Sevilla se afanan por intentar lograr reforzarse en el próximo mercado de invierno, otros equipos, como el Villarreal, también planifican los próximos meses, pero en otro sentido. Los castellonenses, que están completando uno de los mejores arranques de temporada de toda su historia, llevan días enfrascados en otra serie de operaciones: las renovaciones de algunos de los pesos pesados del vestuario del submarino amarillo, como Manu Trigueros, Jaume Costa o Mario Gaspar.
Y es que la apuesta por la cantera y el producto de la casa es notable en el club. La primera renovación efectiva esta semana ha sido la del centrocampista. Trigueros, el hombre llamado a canalizar el juego de construcción del Villarreal, ha visto aumentado su contrato hasta el año 2022 y también su cláusula de rescisión (40 millones de Euros). Y no es para menos. Destaca como uno de los centrocampistas creativos más en forma del momento en la Liga, e incluso podría ser incluido en alguna de las próximas convocatorias de la Selección.