Más madera. Isco Alarcón lleva media vida esperando en el Real. A tener más minutos/protagonismo a las órdenes de Zidane pero también, y más importante, a colocar su nómina a la altura de los méritos que afirma tener.
La paciencia se acaba. Con la partida de la titularidad en jaque continuo, Alarcón se agarra a una renovación al alza para no escuchar las ofertas que le llegan desde Inglaterra/Italia.
Tras marcar el gol de la victoria en Wembley, el malagueño volvió a mandar un mensaje a las alturas:
“No sé nada de mi renovación».