En los caprichos de los entrenadores también está la esencia del fútbol. Un jugador, en un año, puede pasar de ser insustituible para uno y totalmente prescindible para otro técnico, lo que marca la revalorización o la devaluación de los profesionales en el mercado. De esto sabe mucho José Mourinho, que, por ejemplo, devaluó a Iker Casillas y revalorizó a Diego López en el Real Madrid, y más recientemente, torpedeó las carreras de Óscar, Juan Cuadrado, Hazard… en su último paso por el Chelsea.
Con Mourinho en el United se está repitiendo la historia, y las ‘víctimas’ son varias piezas de la plantilla. Sin embargo, lo que realmente preocupa a los gestores norteamericanos del club liderados por Bruce Buck es recuperar parte del dinero invertido en alguno de los jugadores que son prescindibles para el portugués.