Muchas miradas están puestas ya en el Clásico de la próxima semana entre el Barça y el Real Madrid, que puede comprimir la Liga o dejarla muy de cara para los blancos justo antes de las Navidades. Sin embargo, antes de eso, el equipo de Zinedine Zidane debe jugar en casa contra el Sporting de Gijón. Un choque a priori sencillo pero que al francés le tiene preocupado, tal y como dejó claro en la rueda de prensa previa de este viernes. «Muchos piensan que va a ser fácil ganar, pero no es así».
Y lo dice porque nadie mejor que él conoce cómo está su equipo. En momentos como el que está pasando el Real Madrid, al que ya se le empieza a exigir que prolongue su racha de imbatibilidad de 30 encuentros cada miércoles y cada domingo y cada vez más dañado por las bajas, cualquier despiste en forma de agobio o confianza puede volverse en contra. Y por todo ello, la visita de un conjunto de la parte baja como el Sporting, con muchas urgencias, puede ser un arma de doble filo.
Además, el galo confirmó que dos jugadores nuevos, que no estaban en los partes médicos blancos, no podrán pisar mañana sábado el césped del Bernabéu.