Pep Guardiola no olvida. El técnico del City protagonizó hace días un episodio extraño que ha dado la vuelta al planeta.
Cesc Fàbregas tendía la mano a Pep al final del Chelsea-City y este negaba el saludo haciéndose el despistado –“ “Saludé a Cesc en el vestuario… en el campo no me di cuenta”, aclaró al final del encuentro-. ¿Por qué? Por esto.
Pep Guardiola terminó hasta arriba de Cesc en su etapa en el Barcelona. El entonces técnico azulgrana sucumbió al presión de Messi/Piqué para repescar al futbolista del Arsenal quien terminaría pasando sin pena ni gloria en sus segunda etapa en el Camp Nou.