No hay para todos. Iván Rakitic quiere seguir en el Barcelona a toda costa. El croata se siente en el Barça como en su casa y las órdenes a su agente son unas: lograr un acuerdo que le garantice los días en el Camp Nou. ¿El problema? El que sigue.
El club azulgrana anda con el agua al cuello. No es que no haya dinero, que lo hay. Es que los euros han ido a parar e irán a parar a los mismos bolsillos. Busquets, Neymar o Piqué, a la espera de Suárez que está a punto de firma su continuidad y, muy especialmente, la renovación de Messi.
La mejore del argentino, sumado al festival de generosidad anterior, han dinamitado y dinamitará los salarios de la entidad hasta el punto de dejar al club al borde de superar el ‘fair play’ financiero.