El Málaga protagonizó la gran sorpresa de la Copa del Rey en la primera ronda con equipos de Primera División implicados, al perder en casa por 3-4 con el Córdoba, equipo de Segunda, y caer eliminado a las primeras de cambio. Un resultado que, además, pone al entrenador malaguista, Juande Ramos, en el ojo del huracán de la afición local, cada vez más harta de la situación que vive el equipo.Pese a que Juande recurrió a jugadores habitualmente titulares en la Liga para intentar remontar el 2-0 que el Málaga traía de tierras cordobesas, el choque fue de ida y vuelta y los enormes fallos defensivos condenaron a los blanquiazules, algo que viene pasando durante toda la primera parte de la temporada. Como decíamos, la hinchada está cada vez más harta. Sus gritos se concentraron sobre todo en el técnico, pero también en jugadores concretos, como el portero Boyko.
Dentro de esta crisis que atiza al Málaga justo al acabar 2016, se ve especialmente perjudicado el ‘clan venezolano’ del equipo.